Y así fue más o menos desde que, en el instituto, descubrí la Alhambra en el libro de Historia del arte y eso que en aquella época, cuando estudiábamos las obras de arte, los monumentos y su historia, ¡lo hacíamos con diapositivas! No había vídeos, ni internet, sólo libros y fotografías.
Lo que más me ha llamado siempre la atención de los monumentos antiguos es la manera en qué fueron construidos y las obras de ingeniería que los constructores llevaron a cabo con la tecnología de su época y en la Alhambra sólo hace falta pasear por su interior para comprobarlo, por todos es conocidos el Patio de los Leones, la Torre de la Vela o la manera tan eficaz en que la abastecieron de agua.
Así que desde el momento en que tuve conocimiento de la Alhambra, supe que algún día tenía que venir a Granada a conocerla, lo que menos me imaginaba era que terminaría viviendo aquí y ¡ya llevo dos años!.
El camino hasta aquí no ha sido corto, después de muchos años, una carrera, un máster, unos cuantos trabajos y unas oposiciones, por fin, llegué a Granada con muchas ganas de vivir experiencias nuevas y disfrutar de los que me deparara esta ciudad.
A día de hoy puedo decir que me siento muy afortunada por estar viviendo una de las mejores épocas de mi vida y, aunque quiera mejorar a nivel profesional, mi trabajo en una agencia de viajes relacionada directamente con la Alhambra me permite disfrutar del monumento en múltiples ocasiones y aprender más sobre esta ciudad.
Granada me gusta porque es una ciudad de tamaño medio, de unos 250 ó 300 mil habitantes, pero en el que conviven personas de todas las tribus y condiciones. Desde los hippies de las cuevas y pies descalzos, hasta los "graníanos" más flamencos y, entre medias, estudiantes, viajeros, rockeros, indies...
Es una ciudad en la que conocer gente es muy fácil, simplemente, tenéis que salir a la calle y elegir entre varias opciones de intercambios de idiomas, encuentros de trabajo, quedadas para ir al cine, andar en bici o tomar una cerveza. Una de las páginas más conocidas donde podéis encontrar información de este tipo de encuentros es Geokeda.
Una de las cosas que más me gusta de la ciudad es que me ha permitido conocer personas de muchos lugares diferentes: Francia, Inglaterra, Alemania, Italia, Jordania, Canadá, Estados Unidos, ... y ese intercambio de culturas, de experiencias, es una de las cosas que más valoro de vivir aquí. Creo que no había conocido a tanta gente en tan poco tiempo en mi vida.
Otras de las ventajas de esta ciudad es que siempre ahí sitios que conocer, de hecho, llevo dos años viviendo aquí y todavía me quedan lugares a donde ir y, cuando me apetece, me lanzo a la calle como otra turista más a disfrutar de algún Carmen (típica casa granadina) que todavía no he visitado o aprovechar para perderme por alguna calle por la que todavía no he pasado.
Uno de los sitios a los que me sigue gustando ir, es al mirador de San Nicolás, aunque está bastante masificado porque todo el mundo que viene quiere tener la típica foto desde el mirador, pero ¿quién puede resistirse a esas vistas de la Alhambra con Sierra Nevada al fondo?
Después de disfrutar de esta panorámica única en el mundo, lo mejor es perderse por las calles del Albaicín y pararse a tomar algo en alguna terraza y seguir contemplado la Alhambra con una cerveza en la mano, una de mis terrazas favoritas es la de la Peña de La Platería. O pasear por las del Realejo y disfrutar del arte callejero y es que de aquí es el "Niño las Pinturas" que, por cierto, acaba de inaugurar exposición en el Cuarto Real de Santo Domingo.
Una de las mejores épocas para disfrutar de Granada es la primavera. De repente, la ciudad se convierte en un ir y venir de miles de personas, todas las calles están llenas, todos los días se puede aprovechar alguna propuesta cultura de las infinitas que se ofertan en los bares, los centros culturales o en las plazas, realizar alguna visita guiada, las hay de diferentes tipos: Free Tours, visitas teatralizadas, temáticas como las que organiza Granada Secreta, incluso, las hay organizadas por las propias asociaciones de vecinos como las de Ajuntamientos de Granada.
Durante este tiempo, tomarse el vermouth en la plaza de Romanilla, escuchando música en directo, es un auténtico placer.
Y qué contaros de los atardeceres. Hay sitios mágicos desde donde disfrutar de unas increíbles vistas de la ciudad viendo el atardecer, mientras te tomas un gintonic ¡Puro lujo!
Durante esta época, tienen lugar diferentes eventos como son la Noche en Blanco, el Festival Internacional de Jóvenes Realizadores, el Festival Internacional de Poesía y, recientemente, la Feria del Libro, así que todos los días podéis hacer alguna cosa. ¡Es genial!
Desde principios de abril y hasta finales de julio, se ofertan música gratuita y en directo todo los viernes en diferentes zonas de la ciudad gracias al Distrito Sonoro, aunque también podéis a otro tipo de conciertos y actuaciones musicales como las que tienen lugar en la Galería Toro, de música clásica. Aunque música en Granada, hay para todos los gustos y al alcance de todos los bolsillos, así que si un día te apetece algo más étnico podéis ir al Albaicín, más flamenco al Sacromente, más bohemio al Realejo, más rockero al Planta Baja o a Pedro Antonio, con los universitarios.
La música, no es solo flamenco, de aquí son algunos de las y los cantaores, bailaores y músicos más famosos, también hay grupos de rock como Lagartija Nick, Hora Zulú, 091 y de indie, como Los Planetas y su ya más que archiconocido siempre voy al Amador por si apareces (por cierto, uno de los primero bares que conocí en Granada) y también podéis ir a festivales como el Granada Sound que tiene lugar en septiembre y si la espera se os hace muy larga, el 12 de mayo tendrá lugar el festival En Órbita y el fin de semana siguiente el Bull Music Festival.
Pero no es oro todo lo que reluce y es que el verano en Granada es un auténtico infierno, al menos para mí que vengo del norte. "¡La Vin, qué Calor!" Es más, por el verano la ciudad cierra, prácticamente, por vacaciones, aunque se pueden hacer algunas cosas interesantes, como irse a la playa o a la Sierra al fresquito o ir a alguna de las representaciones que tienen lugar en el teatro de verano del Generalife o subir hasta el Sacromente por la noche y estar sentados en alguna plaza esperando a que pase el calor.
Lo bueno, es que todo pasa y en cuanto llega septiembre y el otoño, la ciudad vuelve a renacer cual Ave Fénix con la llegada de los primeros estudiantes, y es que Granada es una de las ciudades más universitarias de España y la que más Erasmus recibe de toda Europa. Y se nota, porque se ve muchísima gente joven por las calles y eso la de mucha vida a una ciudad.
En el invierno, con el frío lo mejor es ir a los ciclos del Cine Club que se ofertan desde la Universidad de Granada y que se proyectan cada viernes en el Espacio V Centenario, también se puede ir a la Filmoteca, al cine Madrigal o visitar el patrimonio histórico-artístico, porque Granada no sólo es la Alhambra, está la Catedral y la Capilla Real, la Abadía de Sacromente, la Cartuja, el Hospital Real, Los Jerónimos, etc.
También se puede disfrutar de teatro y de otras artes escénicas, en el Teatro Isabel la Católica, el teatro Alhambra o en otros centros como La Expositiva. Pero además, hay una cantidad de oferta que una no da a basto. Impresionante. No dejéis de consultar el Club Ventana para enteraros de todo lo que acontece en la ciudad.
Por algo Granada ha sido declarada la mejor ciudad para visitar del año 2018 y eso hace que la industria turística se esté desarrollando muy rápido y puedan surgir nuevas oportunidades de crecimiento, ya que no sólo de Alhambra vive la ciudad, sino que, por ejemplo, cada vez es más importante otro tipo de turismo como el de congresos y negocios. Según Hosteltur, el Granada Convention Buerau continua trabajando por mantener una posición competitiva en el mercado y, según esta misma fuente, ha permitido cerrar el último ejercicio aportando más de 7 millones de euros a la ciudad y atraer a más de 100.000 participantes relacionados con diferentes encuentros de negocios.
Ya veis, aquí hay de todo, así que, ya sabéis: "¡si me queréis, venirse!" Pasaremos unos días inolvidables por Granada, pasearemos por todos estos rincones y otros que son mis favoritos y no os he contado. Así, os dejo con la intriga y las ganas de hacer una visita.
¡Hasta la próxima entrega!