A veces comienzas las cosas, simplemente, por ganas de aprender algo nuevo y nunca sabes a dónde vas a llegar, así me pasó a mí hace nada, cuando en octubre comencé un curso de escritura creativa.
Me encanta leer y me encanta saber cómo se hacen las cosas, por lo que siempre me he preguntado cómo se escribe un libro, cómo se crean los personajes, en qué se basan las historias, las técnicas que se usan... Así, un día surgió la oportunidad y comencé este curso que me enganchó desde el primer momento, tanto por lo que aprendía y luego podía aplicar, como por el profesor y mis compañeras.
Ya llegando al final del curso, el profesor, Alejandro Pedregosa, nos pidió que practicáramos el préstamo literario e investigando para mi historia, me encontré con este concurso, así que dije: "¿Por qué no?".
El concurso lo proponía un hotel de Valencia, el Bed & Breakfast Una Habitación Propia y trataba de hacer un microrrelato sobre una de las mujeres en las que están inspiradas cada una de las habitaciones que componen el alojamiento.
Me inspiré, me inventé una historia y la escribí, Alejando me dio su inestimable opinión y, con todo es lo envié.
Y ¡Gané el concurso!
Por lo que estoy muy contenta, muy agradecida y con muchas ganas de seguir escribiendo.
Aquí os dejo mi relato.
Cartas a mi hermana
¿Cuánto tiempo hace desde la última vez que se entrelazaron nuestras manos?
¿Qué ha pasado para acabar tan lejos la una de la otra?
¡Cuánto te echo de menos, hermana!
Aquí, te recuerdo a través de mis cuadros, con ellos expreso todo lo que siento, me ayudan a entenderme y hacerme entender y pienso en nuestras vidas tan intensas, tan vividas, tan añejas ya.
Desde esta apacible estancia, sobre el regazo de una brisa cálida y azul, te rememoro una vez más, pero esta vez con otros sentimientos más calmados, más serenos, más perdonados.
Nada que ver con todas esas lágrimas de pesar que me invadieron cuando tuve conocimiento de vuestra traición. Aquel instante casi me parte el alma y me inspiró aquel lienzo reflejo de mi amor y mi dolor, espejo de las dos. ¿Recuerdas?
Cuánto se ha dicho de ese cuadro desde que lo expuse en París por primera vez. Sin embargo, para mí, solo transmite la traición y el perdón, la infidelidad y la fraternidad. Nadie supo entender que, a pesar de todo, nosotras nunca dejaríamos de estar unidas por esa dualidad que nos sostenía.
Nos veo hablando sobre nuestro transitar, mientras yo te abría mis entrañas para dejar salir toda esa rabia que me comía por dentro al saber que jamás podría concebir, el mayor dolor de mi vida. ¡Cuánta ansia de felicidad! Y ¡cuánta impotencia a cambio!
Tú, más europea, siempre te gustó mostrar esa parte de nuestra ascendencia alemana. Yo, la mexicana por antonomasia, siempre influenciada por él, por Diego, mi elefante.
Siempre le he admirado tanto, hasta la obsesión, hasta el amor incondicional que hace sufrir y hace que todo se pueda. Y él, ¿qué sintió por mí? Ya no lo sé, o simplemente, no lo quiera saber.
¿Puede una paloma soportar tanto dolor?
¡Ay, hermana!
Gracias a él ya no paso tanto tiempo sola como en la juventud, cuando después del accidente de tren, sufrí esa convalecencia tan larga y comencé a conocerme y pintarme. Era mi mejor motivo.
Me cuida cada día que paso postrada en esta cama por mis dolores de columna, que ya son tan insufribles, que ni siquiera me puedo adornar el pelo de flores de colores. Por las tardes, se acerca al paseo para respirar horizonte y salitre y recordarte también, estoy segura.
Desde esta habitación propia de un hotel que mira al mar, te escribo y me despido, puede que con la necesidad de echar la vista atrás para lograr vivir en paz el tiempo que nos queda. Sin nada de rencor, pero con todo el perdón.
Tu hermana,
Frida
Sandra Martínez Salvador. Concurso Una Habitación Propia. Diciembre 2018
Mientras lo leéis, yo me voy a Valencia disfrutar de mi premio.
¡Hasta pronto!